The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered | REVIEW

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Una de esas remasterizaciones que sí valen la pena.

El 22 de abril de 2025, Bethesda Game Studios y Virtuos lanzaron oficialmente The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, una esperadísima reedición del RPG que cambió la forma en que se exploraban mundos abiertos allá por 2006. Disponible en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, esta nueva versión es mucho más que una simple mejora gráfica: es una reimaginación técnica que respeta la esencia del juego original mientras moderniza cada rincón del mundo de Cyrodiil. Para los nostálgicos, es un viaje emocionante; para los nuevos jugadores, una puerta de entrada a uno de los universos más influyentes del rol occidental.

Una historia de portales, reyes y demonios

La historia de Oblivion sigue girando en torno a una crisis apocalíptica: la muerte del emperador Uriel Septim VII (voz del inolvidable Patrick Stewart) deja al Imperio sin un heredero, y portales hacia un plano demoníaco llamado Oblivion comienzan a abrirse en todo el continente. El jugador, un prisionero liberado por azar del destino, se ve en el centro de esta catástrofe y deberá buscar al heredero legítimo mientras combate las fuerzas del mal que invaden Tamriel. Es una narrativa épica con múltiples capas, que combina política, mitología y decisiones morales con un grado de libertad inusual incluso hoy.

Mecánicas de rol abiertas y profundamente inmersivas

Oblivion siempre fue conocido por su sistema de habilidades basado en el uso: cuanto más usás una habilidad (como sigilo, espada o magia), más se mejora. Este sistema sigue intacto en la remasterización, pero con una interfaz más clara y un menú radial rediseñado al estilo de Skyrim, que moderniza la navegación sin perder personalidad.

La creación de personajes fue pulida con nuevos modelos y sliders más detallados. Las razas jugables, como los Khajiit, Argonianos y Elfos Oscuros, ahora tienen expresiones faciales más realistas y un sistema de iluminación facial que permite apreciar sus emociones en los diálogos.

El sistema de combate fue una de las mejoras más celebradas: ahora tiene mejor respuesta, física más creíble y una inteligencia artificial renovada. Los enemigos ya no se sienten como esponjas de daño, y los hechizos tienen efectos visuales y sonoros más impactantes. El sigilo también se beneficia con nuevas animaciones de asesinato y detección más precisa, muy al estilo Thief o Dishonored.

Un Cyrodiil más vivo que nunca

La remasterización utiliza el Creation Engine 2 (el mismo de Starfield) adaptado, lo que permite una mejora impresionante en el terreno, los cielos, los efectos climáticos y el agua. Las ciudades como Chorrol, Bruma o la Imperial City brillan con iluminación dinámica y sombras en tiempo real. Los bosques ahora tienen follaje denso, con viento que mece las copas de los árboles y fauna más variada.

Además, se rediseñaron muchas estructuras con nuevos assets, respetando la arquitectura original pero dando un nivel de detalle más acorde al hardware actual. También se agregaron NPCs con rutinas más complejas y nuevas líneas de diálogo grabadas por un elenco adicional de actores, lo que rompe con la limitación original de solo unas pocas voces repetidas.

Sonido remasterizado con identidad propia

Jeremy Soule no regresó directamente al proyecto, pero su banda sonora fue reorquestada y ampliada por Inon Zur, quien agregó nuevas piezas que se integran perfectamente con el material original. El resultado es una experiencia sonora aún más épica y atmosférica. Las cuevas retumban con ecos más reales, las ciudades tienen ambientes sonoros vivos y la música se adapta con suavidad al ritmo del juego.

Los efectos de sonido también fueron renovados: desde el crujir de la armadura pesada al caminar, hasta los rugidos de las criaturas daédricas. Todo fue trabajado para una experiencia más inmersiva y cinematográfica.

Rejugabilidad infinita, con o sin mods

Oblivion ya era un juego con cientos de horas posibles, y esta remasterización potencia ese valor con la inclusión de todos los DLC (incluyendo Shivering Isles y Knights of the Nine) y compatibilidad con mods desde el día uno. La comunidad ya empezó a trasladar y mejorar mods clásicos, y Bethesda incluso añadió un sistema de gestión de mods integrado similar al Creation Club de Skyrim.

Además, se introdujeron desafíos opcionales y logros renovados, algunos bastante difíciles, que motivan incluso a quienes ya lo jugaron diez veces. Hay también un modo Ironman para quienes buscan una experiencia sin margen de error.

¿Por qué vale la pena hoy?

Oblivion Remastered no solo actualiza visualmente uno de los mejores RPGs de todos los tiempos, sino que pule muchas de sus asperezas originales. Su mundo sigue siendo una maravilla de exploración libre, donde cada decisión pesa, cada cueva puede ocultar un secreto y cada ciudad tiene sus propias costumbres y problemas. Es, como en 2006, un juego que invita a perderse durante horas y horas.

Y más importante aún: no se limita a revivir la nostalgia. Se siente como un producto nuevo, con valor propio en una industria que muchas veces entrega remasters sin alma. Aquí hay pasión, trabajo técnico y respeto por lo que Oblivion significó.

Conclusión de CDF Gaming

The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered es todo lo que debería ser una remasterización: ambiciosa, respetuosa y revitalizante. Si alguna vez caminaste por los bosques de Cyrodiil, vas a emocionarte al verlos renacer con este nivel de detalle. Y si es tu primera vez, te espera uno de los mundos abiertos más envolventes jamás creados. Un título esencial, ahora más accesible y disfrutable que nunca.

Nota del redactor

9.5/10

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