Tekken 8 | REVIEW
La mejor forma de honrar e innovar en una franquicia.
La saga Tekken significa mucho para la industria gamer. Su marca está fundida en fuego en todos los arcades noventosos y su participación en los EVO es algo presente en cada edición. Más allá de las obviedades, su aporte en la cultura pop desde su debut en 1994 es algo que pocos otros videojuegos han conseguido. Al igual que ocurrió con Street Fighter o Mortal Kombat, este icónico título de lucha ha trascendido las fronteras del mundo del entretenimiento digital, convirtiéndose en un fenómeno que ha influido en diversas formas de expresión artística. Con sus personajes carismáticos, una trama súperinteresante y un sistema de combate innovador, Tekken ha capturado los ojos y dedos de millones de fanáticos en todo el mundo. Sus torneos competitivos han dado origen a una vibrante comunidad de jugadores profesionales, mientras que su impactante estética y diseño de muñecos digitales han inspirado numerosas obras de fan art, cosplay y referencias en otros medios. Gracias a nuestros amigos de Bandai Namco pudimos probar la octava entrega de forma anticipada y acá les contamos todo.
Una evolución más que aceptable
Esta edición de 2024 mantiene la esencia de la franquicia, basada en un sistema de combate fluido, profundo y exigente, donde el dominio del movimiento, el espacio, el bloqueo y el castigo son cruciales para alcanzar el éxito. Sin embargo, también añade dos elementos que le dan un toque más ofensivo y -bajo nuestro punto de vista- asombroso: la salud recuperable y el sistema Heat.
El primero es una novedad que viene de los famosos Tekken Tag Tournament, y consiste en que parte del daño que recibimos se vuelve de color gris y se puede recuperar si atacamos al rival. Esto nos obliga a ser más agresivos y a no quedarnos quietos esperando una oportunidad, ya que de lo contrario perderemos vida y ventaja. Además, hace que los combates sean más emocionantes, ya que nunca estamos fuera de juego mientras nos quede salud recuperable.
Por otra parte, el Heat es otra innovación que nos permite entrar en un estado de furia que potencia nuestro ataque, nos da acceso a nuevos movimientos o skills, y nos permite gastar el resto de la barra en un extensor o finalizador de combo muy poderoso. Se puede activar de varias formas, como con ciertos golpes o simplemente pulsando un botón, y se recarga cada ronda, así que no hay excusa para no usarlo. En otras palabras, nos da más opciones ofensivas y defensivas, y nos ayuda a darle la vuelta a la situación si estamos en desventaja.
Estas dos novedades hacen que Tekken 8 sea un juego más dinámico, divertido y accesible que sus anteriores entregas, sin perder la complejidad y el reto que caracterizan a la saga. Además, para los recién llegados, cuenta con un excelente modo de entrenamiento, que nos enseña los conceptos básicos y avanzados del juego, y nos permite practicar con cualquier personaje y situación. También tiene un modo online muy estable y con muchas opciones, que nos permite disfrutar de la competición contra otros gamers de todo el mundo.
Modo historia con final épico
Tekken 8 nos ofrece una trama que cierra el arco de los Mishima, que lleva desde el primer juego de la saga. Jin Kazama y Kazuya Mishima se enfrentan por última vez para poner fin a su eterno conflicto, que ha causado guerras, destrucción y sufrimiento a lo largo de los años. Para ello, Kazuya organiza un torneo en el que cada luchador representa a su país, y los perdedores son eliminados junto con su nación de origen. Jin tendrá que detener los planes de su padre y liberarse de la maldición del Gen Diabólico que lleva dentro. El modo historia está lleno de cinemáticas que nos volaron la cabeza y nos muestran en viva piel la evolución de los personajes. El guión es bastante bueno, y logra darle un cierre satisfactorio a la historia de los Mishima, que ha sido el eje central de la saga. Claramente también hay lugar para el humor descontracturado y muchos easter-eggs para quienes vengan siguiendo las campañas previas. La única desventaja: pese a tener caminos alternativos y finales múltiples, lo liquidas en 4 horitas.
Los personajes veteranos son los que ya conocemos de juegos anteriores, con algunos cambios en sus movimientos y apariencias. Algunos que no estaban en Tekken 7 vuelven en esta versión, como Anna Williams, Armor King, Baek Doo San, Bruce Irvin, Ganryu, Julia Chang, Kunimitsu, Marduk, Ogre y Wang Jinrei. Asimismo, hay algunos luchadores invitados de otras franquicias, como Akuma de Street Fighter, Geese Howard de Fatal Fury, Noctis de Final Fantasy XV y 2B de NieR: Automata. La plantilla de personajes de Tekken 8 es muy variada y equilibrada, y cada personaje tiene su propio estilo de lucha, personalidad y diseño.
Deleitate con las vistas
Bandai Namco apostó todas sus fichas en este proyecto y le salió increíblemente bien. Los gráficos se pasan de belleza, con modelados, texturas e iluminación de gran calidad. Los personajes se ven muy particulares, y las arenas de lucha también son mega detalladas y variadas.
Conclusión de CDF Gaming
Tekken 8 es básicamente un juego que cumple con creces las expectativas de los fans de la saga, y que también tiene todo para atraer a nuevas audiencias por su pico de calidad alcanzado. Es un juego que honra el legado de la franquicia y lo convierte automáticamente en un “imprescindible” para quienes ya hayan recorrido los dojos de la IP de Bandai.