Cultura africana honrada a través de un metroidvania cautivador.

Electronic Arts y Surgent Studios nos presentan una nueva propuesta de metroidvania que nos sumerge en un mundo de mitología y cultura africana, cautivándonos desde varias aristas.

Este es el viaje de autodescubrimiento y sanación de Zau, nuestra estrella, guiado por espíritus ancestrales. Acá te embarcas en un viaje a través de un mundo interconectado, compuesto por diversos biomas, cada uno con sus propios desafíos y secretos. El diseño del mapa invita a la exploración no lineal, dándonos lugar a descubrir nuevos caminos y áreas a nuestro propio ritmo. 

Como buen metroidvania, a medida que el joven progresa, desbloquea nuevas habilidades de movimiento que le permiten acceder a zonas antes inaccesibles, como el doble salto o la capacidad de escalar paredes. Su camino está plagado de puzzles ambientales que requieren ingenio y observación para ser resueltos, desde simples interruptores hasta complejos mecanismos que involucran múltiples elementos del entorno.

El combate es muy rápido, requiriendo que el pequeño Zau combine diferentes ataques y skills para superar a sus oponentes, desde criaturas pequeñas hasta jefes picantes. Un elemento único son las curiosas máscaras espirituales que otorgan a Zau nuevas habilidades y permiten interactuar con el entorno de manera más creativa. Algunas le permiten controlar elementos del escenario, mientras que otras le otorgan perks de pelea. 

En todo momento vamos a interactuar con varios personajes que deambulan por el mapa, aprendiendo más sobre la historia, la cultura y los secretos de esta cultura africana. La exploración realmente está muy buena, pues el mundo está lleno de objetos coleccionables.

Más allá de la jugabilidad, Tales of Kenzera: ZAU brilla por su narrativa conmovedora que explora el duelo de Zau, que no entraremos en detalle para no spoilear, y su proceso de aceptación de la pérdida. La historia se enriquece con elementos de la cultura y mitología africana, presentando personajes ficticios, niveles y narrativas inspiradas en estas tradiciones. A través de objetos y espíritus ancestrales, Zau descubre fragmentos del pasado de su tribu y su conexión con la tierra. 

En el apartado artístico, nos ponemos de pie para aplaudir porque ciertamente te deleita la vista. Esta obra se destaca por su diseño colorido, dominado por paletas violetas y naranjas, bien al estilo africano. La banda sonora evocadora combina ritmos del continente con melodías melancólicas y épicas verdaderamente muy conmovedoras. 

Tales of Kenzera: ZAU nos gustó mucho, se sienten las fuertes raíces que Surgent Studios tiene sobre el cine y otras vías artísticas. Tiene lindos mensajes y otras tantísimas cosas que vas a valorar en tu viaje encarnando al jóven africano. 

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