SUPERFUSE | REVIEW
El 31 de enero del presente año salió al mercado una nueva propuesta a la cancha de los RPG por parte de Stitch Heads Entertainment y Raw Fury: Superfuse. Esta interesante entrega hace recordar a juegos épicos de antaño como el Diablo, siguiendo su misma filosofía… pero cambiando aspectos clave que le dan identidad propia.
El juego está disponible en la plataforma PC Windows (Steam), puede jugarse solamente con teclado y tiene la posibilidad de jugar en solitario u online. La presente review fue realizada gracias a un código de prensa, entregado por gentileza de la distribuidora.
Ser héroe y vivir lo suficiente para ser el villano
Superfuse nos lleva a un futuro distante, en el que la humanidad ha tenido que irse volando del planeta tierra ya destrozado por la codicia y estupidez humana y conquistar nuevos reinos en los distintos planetas y lunas del sistema solar. Las corporaciones pasan a tomar la voz de mando salvando a la raza, pero sin estar contentos, los poderosos vencieron la ultima barrera de la muerte y el poder físico, convirtiéndose en inmortales con poderes suprahumanos, iniciando una oscura época de Dioses humanos dictatoriales.
En las diversas colonias no todo es agua de rosas, la injusticia, la codicia corporativa y una misteriosa enfermedad zombificante llamada “La corrupción”, por lo que será nuestro deber como “Enforcers” (fuerzas especiales de agentes a imagen y semejanza de dichos “Dioses”) ayudar a mantener a las colonias a salvo de los peligros de zombies o bandidos… quieran o no.
Pocas oportunidades, pero bien articuladas
Superfuse es un juego RPG de estilo hack-and-slash en donde se deben cumplir misiones descubriendo diversas zonas y luchando contra hordas de enemigos en el agonizante planeta que nos tocó salvar pudiendo elegir un agente jugando solo o en un equipo de hasta tres jugadores, pudiendo hacer un server privado o uniéndose a alguno compartido por la comunidad. El estilo de juego es muy similar a series como Diablo y Torchlight, entre otros en donde se sigue una historia lineal y la jugabilidad se apoya principalmente en el looteo y la personalización de nuestros personajes.
Al iniciar el juego, se le da la opción al jugador de elegir entre un acotado numero de 3 clases con estilos de juego completamente distintos, teniendo asimismo dos variantes que pueden combinarse según el estilo de juego. Por un lado, se tiene a la “Elementalista”, quien posee poderes de fuego y hielo que permiten tener a raya con su explosivo poder a grupos grandes de enemigos. Por el otro el Berserker, lento, fuerte y letal con poderes de efecto físico y de rayo, dándole un giro interesante. Por último, el Technomancer, que utiliza sus poderes magnéticos para tirar chatarra a lo pavote a enemigos o bien invocando a simpáticos minions para arrollar a sus enemigos sin ensuciarse las manos.
La novedad que instaura es un árbol mega especializado y detallado de distintas “fusiones” o modificadores que se pueden combinar dentro de cada habilidad cambiando la forma, cantidad, daño y o naturaleza del poder, pudiendo lootearse grindeando entre grupos de enemigos o al cumplir ciertas misiones como premio. Es algo notable dado que plastifica mucho algo tan clásico en los RPG como las especialidades y le da una vuelta de rosca que permite generar diversas combinaciones.
Como salido de una historieta
El punto mas fuerte de este RPG, y podría decir uno de los principales fundamentos para darle una probada, es la dirección de arte grafico que posee, habiendo los desarrolladores optado por una estética de historieta que da forma a todo un mundo desde una perspectiva divertida e interesante, pudiéndolo ver no solo en el diseño de ambientes, sino en los diálogos aparecidos en globos de dialogo flotantes, una tipografía clásica de comic y pantallas de carga llenas de cuadros de transición y dibujos cartoon.
Pero esto solo funciona con un apartado musical exuberante, lleno de pistas que generan una muy buena atmósfera dependiendo del nivel en que nos encontremos y del estilo de combate que estemos enfrentándonos. Si bien por otro lado tiene muchos detalles para pulir como bugs, una historia no tan profunda y en ocasiones niveles largos, lo complementa muy bien con la jugabilidad, la muy cuidada estética y el nivel de personalización que permite adoptar distintos estilos de juego.
