El «Genshin» de las girlies se posiciona en 2024 como un gacha que combina diseño, aventura y nostalgia.

Adentrarse en el universo de Infinity Nikki se siente como estar dentro de una película de Barbie de los años 2000 (late millennials, me van a entender muy bien): atuendos y mundos similares a los de Las 12 princesas bailarinas, El Lago de los Cisnes, La princesa y la plebeya e incluso La magia de Pegaso. Jugarlo se siente tan mágico que me transporta a los momentos más lindos de mi infancia.

El objetivo principal del juego es obtener atuendos mágicos para adquirir habilidades. Nikki y su compañero Momo (un gato similar a los ternurines/sylvanians) emprenden un viaje hacia un mundo desconocido y fantástico llamado Miraland, donde descubrir un atuendo conlleva una hermosa aventura, historias tiernas, y encariñarse con cada personaje (sin dudas empatizás con el entorno desde el minuto cero).

Hasta ahora, una de las cosas que más disfruté del juego es recorrer el mapa en bicicleta (yo digo que admirar los paisajes de cada zona hace muy bien a la vista) detenerse a ver cada paisaje que nos ofrece Infinity Nikki puede transmitirte mucha calma. Sin embargo, más allá de la exploración, dentro de este universo nuestra protagonista asume el rol de estilista, lo cual nos abre las puertas para diseñar y personalizar atuendos para avanzar en la historia, derrotar jefes, y hasta ¡acicalar animales!

Como si el Dior de Galliano y Barbie tuvieran un bebé

El estilismo en el juego incluye un sinfín de atuendos, maquillaje y hasta perfumes. El diseño de vestuario es, como mencionaba un poco más arriba, similar a la fantasía que acostumbrábamos a ver hace un par de décadas, y es ese uno de los aspectos que más me gustó (para los amantes de la moda, algún que otro estilismo les van a recordar al Dior de Galliano). De igual manera la variedad es inmensa, y encontramos prendas más modernas.

Sin embargo, además de la exploración y el diseño, Infinity Nikki ofrece una variedad de eventos especiales, desafíos y minijuegos que mantienen la experiencia dinámica y entretenida. Estos incluyen, desde armar outfits hasta actividades temáticas que exploran diferentes aspectos del mundo de Miraland (por ejemplo, un día para celebrar a los animales que nos acompañan dentro del juego). Además, muy pronto se implementará la opción de disfrutar del juego con amigos en un mundo abierto, lo que enriquece mucho más a este universo, permitiendo explorar en compañía, compartir aventuras y colaborar en misiones.

Un gacha de aventura y dress-up

En cuanto a las mecánicas tradicionales de un gacha, este proyecto se centra en la obtención de atuendos limitados y permanentes. Las tiradas pueden ser individuales o de a diez intentos (una multi), donde el jugador desbloquea prendas y accesorios.

Lo mejor de todo es que cualquiera puede jugar Infinity Nikki, ya que es gratuito y se encuentra disponible para PS, PC y dispositivos móviles. Presenta gráficos de alta calidad que nos permiten adentrarnos en un mundo similar a un cuento de hadas. Miraland es un lugar colorido, vibrante y pastel. Cada paisaje contiene una melodía que encaja perfecto con su entorno, logrando una sinergia entre imagen y sonido que profundiza la inmersión del jugador (Les dejo un buen dato Jessie J interpreta la canción principal del juego: «Together Till Infinity«).

Si bien aún hay algunas cosas por mejorar en cuanto a rendimiento y sistema de combate, este título tiene muchos puntos a favor, empezando por que los personajes no están sexualizados, lo que marca una gran diferencia con cualquier otro gacha.

Tu niña interior te lo va a agradecer

La realidad es que hoy en día existe una gran variedad de juegos cozy. No obstante, es muy difícil encontrar uno que responda a una determinada generación. Los millennials apelan a los 90’s, los centennials a entregas más modernas (o a décadas que no vivieron, sorry not sorry), y los late millennials o zilennials, que quedamos en el medio, nos sentamos a esperar.

Infinity Nikki es lo que más se asemeja a la infancia de las que estamos cerca de los 30, y eso me pone muy contenta, porque el día que lo descargué, viajé en el tiempo.

A veces necesitamos una pizca de nostalgia y ternura, y eso es exactamente lo que Infinity Nikki transmite.

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