Una carta de amor a Silent Hill, Resident Evil y PlayStation 1

En junio de 2012 los hermanos británicos Tom y Adam Vian crearon su propio estudio independiente basado en Londres, SFB Games, donde iniciaron con juegos de teléfono y han ido avanzando hacia juegos de distintas plataformas, manteniendo siempre el foco en diseñar juegos únicos que destacan por su diversión, arte e innovación. En esta ocasión han lanzado Crow Country, una aventura de horror y supervivencia con una estética y jugabilidad que homenajea grandes sagas de terror y a la era PlayStation, disponible desde el 9 de mayo en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S.

El año es 1990. El dueño del parque de diversiones Crow Country, Edward Crow ha desaparecido y su hija Natalie ha llamado desesperada a la Agente Especial Mara Forest para investigar y encontrar a su padre. Rápidamente, Mara se dará cuenta que algo no anda bien y no será un simple caso de una desaparición.

El jugador podrá optar por dos modos de juego: Modo Exploración, sin tener que luchar contra los enemigos que acechan cada esquina; o, el Modo Horror y Supervivencia, donde el mal estará presto a atacar a cada momento. A través de la resolución de distintos puzzles de todo tipo se irán develando los oscuros secretos que esconde el parque de diversiones que lleva años cerrado y abandonado tras que una niña pequeña resultara lastimada en las instalaciones.

En una época en donde los juegos de horror son cada vez más inmersivos y realistas, Crow Country viene a proponer una revalorización de los juegos que han sido precursores y pioneros en el género años atrás. Esta referencia salta a la vista desde el primer momento, incluso en la estética del menú principal, y cada pequeño detalle ha sido desarrollado con esa convivencia entre lo tradicional y lo moderno.

La jugabilidad también aporta a esta sensación de juego clásico con un movimiento algo lento, aunque se puede correr sin límites, y el hecho de tener que detenerse para apuntar y disparar, una mecánica para nada fácil de dominar y que aporta al terror de tener que luchar contra pequeños, pero veloces bebés cabezones, monstruos gelatinosos que se arrastran lentamente o seres antropomórficos que perseguirán a Mara en su aventura. Los recursos son limitados, por lo hay que elegir con sabiduría qué batallas librar y cuáles evitar al tiempo que evitamos las trampas que también se encuentran en el piso y paredes. Son pocos los lugares seguros en Crow Country, por lo que nunca hay que descuidarse. Sin embargo, incorpora elementos de los juegos más modernos como una cámara 3D que se puede mover libremente y permite descubrir objetos que con una cámara fija tradicional serían imposibles de ver.

La narrativa no se queda atrás, construyéndose con los diálogos entre personajes que Mara irá encontrándose, recortes de periódicos, archivos y demás recursos que existen a lo largo y ancho del laberíntico mapa. Lo que inicialmente puede parecer algo confuso, a medida que se van haciendo distintos descubrimientos se van develando las distintas aristas y actores de todo el conflicto.

SFB Games ha encontrado la manera de crear un proyecto desde la nostalgia por esos juegos que tanto marcaron la industria del horror, pero no se queda solo en eso sino que va mas allá. Consigue agregarle la cantidad justa de modernidad para que sea un juego nuevo, con una estética y jugabilidad realmente espectaculares y cuidadas al detalle. No solo captura a los fanáticos de los clásicos, también es atractivo y amigable para las nuevas generaciones, que tienen la oportunidad de probar cómo jugaban sus padres hace no tantos años. Sin lugar a dudas Crow Country es una de las sorpresas indies de este año y seguiremos atentamente lo que en un futuro proponga el estudio británico.

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