Sonic Frontiers | REVIEW
Una vuelta gloriosa para el erizo.
Sonic jamás dejó de estar presente en el imaginario colectivo. Desde el año 1991 con su primera aparición en la plataforma SEGA Mega Drive, hasta la pantalla gigante en este 2022 con la cinta cinematográfica Sonic 2 protagonizada por Jim Carrey y Ben Schwartz (con la majestuosa interpretación de voces en latino de Luisito Comunica).
La mascota de SEGA tuvo diferentes adaptaciones en los últimos quince años, muchas de ellas poco recordadas en lo que concierne a gaming. Los juegos más recientes no tuvieron un impacto revolucionario porque el game design se sentía repetitivo o las propuestas no terminaban de ser del todo atractivas, no así como sus últimas dos películas que descosieron la taquilla. No obstante, el equipo a cargo del apartado videojueguil decidió no darse por vencido y se aventuró en una nueva interpretación; así es como hoy recibimos con los brazos abiertos a Sonic Frontiers en PC, PlayStation, Xbox y Nintendo Switch. Por cortesía de la publicadora, accedimos desde CDF Gaming a un código de prensa y acá les traemos nuestras impresiones.
Todo, absolutamente todo, ¡la vida misma! está basada en inspiraciones y modelos externos. En esta ocasión es evidente que The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue uno de los proyectos en los que más se han inspirado para Sonic Frontiers. Bajo nuestro punto de vista esto es un acierto absoluto, ya que han podido vislumbrar un montón de posibilidades por fuera de los moldes de un juego de Sonic tradicional.
¿De qué se trata Sonic Frontiers? Básicamente al iniciar la partida y visualizar algunas cinemáticas el erizo aterrizará en las islas Starfall, un archipiélago lleno de enemigos que buscan hacerte la vida imposible y que -desgraciadamente- han capturado a tu grupo de amigotes.
Enfocándonos en el gameplay, fundamentalmente habrá que resolver misiones y superar desafíos en diferentes zonas de un mapa abierto bastante grande. Cada quest que se resuelva recompensará al jugador con objetos clave para avanzar en la aventura y con ello rescatar a tus colegas atrapados. Será cuestión de recolectar los elementos necesarios para destrabar portales y minijuegos (o, mejor dicho, niveles clásicos 2D y 3D), así como también derrotar a jefes de área con una configuración de combate súper interesante.
La exploración de este mapa lleno de secretos es un punto que debemos reconocer positivamente de esta obra, ya que combinadas y motivadas por la curiosidad del jugador, resultan finalmente en una experiencia que divierte a lo grande sin caer en la redundancia. Hay mucho más para contar, aunque preferimos invitarte a jugarlo para no quitarte la sorpresa.
Visualmente este proyecto está bien, pero siendo sinceros podría ser un poquito más ambicioso. Hemos visto todo el potencial que tiene SEGA para volarnos la cabeza con gráficos extraordinarios y acá no vemos tanto de esa majestuosidad. Parte de esta atadura está dada por su portabilidad en Nintendo Switch, una consola que ya tiene cinco años de vida en el mercado y con un hardware que pide a gritos un upgrade. Esto no quita nada de mérito a Sonic Frontiers como producto general, ya que de todas formas cumple su función de entretener a la audiencia. Por su parte, la banda sonora es otro pilar que nos ha encantado.
Sonic Frontiers es el paraíso de los jugadores completistas. Es un juego largo, con una duración correcta en lo que concierne a su campaña principal, pero todos los agregados de actividades secundarias estiran el proyecto por decenas de horas. Podrás encontrar dos versiones en las tiendas: la standar edition y la digital deluxe edition, esta última agrega unos items in-game bastante simpáticos y un libro de arte digital con una minibanda sonora.