The DioField Chronicle | REVIEW

Una propuesta diferente para los amantes de la estrategia.

Square Enix es una de las empresas más referentes en materia de publicación y desarrollo de juegos de estrategia. Desde la última pandemia hasta la fecha perdemos la cuenta de la cantidad de títulos que han salido a la venta, no solo de los tan agraciados HD-2D y las vastas remasterizaciones de franquicias como Final Fantasy, sino también en estos breves dos años hemos disfrutado de muchísimas obras nuevas, IPs que triunfaron con creces (Guardianes de la Galaxia) y otras que se perderán rápidamente en el olvido (Babylon’s Fall). 

The DioField Chronicle es un juego de rol táctico que está disponible en todas las plataformas de actual y anterior generación, cuyo sistema de batallas conocido como RTTB –Real Time Tactical Battle– promete hacer una interrupción en los esquemas tradicionales, para traer más innovación al competitivo mercado de este género; ¿cuál es ese diferencial? simple y curioso: las tropas se mueven en tiempo real y los enfrentamientos pueden dar giros de 180° en cuestión de segundos. 

Sin entrar en spoilers, la historia nos ha parecido interesante porque cuenta con tintes de guerras entre naciones y traiciones. Los personajes tienen un potencial de cosplay notable, ya que su diseño es extravagante y pintoresco por igual. Para adentrarse en esta aventura, habrá que jugar series de misiones principales que te llevarán de la mano por los sucesos más importantes y te recompensará con la mayor parte de los recursos necesarios para mejorar a tus personajes, mientras que hay otras secundarias que alimentan al lore y permiten un ingreso de dinero extra para propulsarte aún más en los encrucijados cruces con rivales. 

Sin dudas, lo más genial de The DioField Chronicle es su gameplay. Luego de jugarlo hasta finalizar el arco principal, podemos afirmar que la fórmula es una mezcla muy hegemónica entre varios tipos de obras:

• RTS (tipo, Age of Empires): podés mover las tropas constantemente en el campo de batalla sin tener que esperar a tu turno.
• JRPG (Final Fantasy): controlás una party de miembro y debés mejorarlos, ya sea en estadísticas básicas subiendo de nivel o consiguiendo mejor equipamiento. 
• Táctico (Fire Emblem): el posicionamiento en el tablero imaginario, así como la administración de recursos para aniquilar a tus adversarios es crucial para no caer en la derrota.

Con todo esto, algo que nos obliga a seguir poniendo fichas en este apartado jugable es la posibilidad de aprender velozmente los controles. Insólitamente resulta muy intuitivo asimilar lo indispensable en cuestión de segundos. Por supuesto que conforme se avance en la historia, más complejos se ponen los escenarios y la práctica será fundamental para progresar. 

Los gráficos y la dirección de las animaciones son muy buenas, actuales y cuidadas bajo todo aspecto. Lamentablemente no vas a tener tanto tiempo de detenerte a visualizar los niveles de forma chill, ya que el juego no te da un segundo de paz y te requiere estar atento al sistema de combate tan cambiante. Terminarás prestando más atención a planificar una estrategia (que puede cambiar velozmente por las condiciones del campo), más que a tomarte una rato para admirar la arquitectura tan finamente creada.

Existe un interesante sistema de customización estratégica que comienza a notarse útil a mitad del proyecto con las guerras más picantes. Cada miembro del squad tiene una clase y a su vez puede mezclarse con otra de manera bastante amigable en conjunto con la mayoría de las otras. Por ende, podés hacer un mix de ataques de distintos elementos para generar más daño, o hacer un fusionar la sinergia de magos y tanques para soportar jefes pesados y curarte al mismo tiempo

El veredicto para CDF Gaming es que The DioField Chronicle es un título con buenas intenciones, divertido y que busca aprovechar al máximo sus ventajas competitivas en cuanto a game design. Si el soporte, contenido y la calidad se sigue manteniendo en el tiempo, su futuro está más que asegurado en este género con tantos seguidores.