Square Enix nos sirve el plato principal. 

Jamás fueron ni serán suficientes las palabras para describir lo que Final Fantasy representa en la industria gamer. Esta es una franquicia de videojuegos de rol de la compañía Square Enix que comenzó en 1987, desarrollado por Hironobu Sakaguchi como último intento en su carrera. El título «Final Fantasy» se debe a que el creador pensaba que este sería su último juego antes de retirarse de la industria, ¿quién creería que eso solo sería el comienzo de una oleada que 35 años después aún seguiría?

Desde la primera semilla sembrada, Final Fantasy se destacó por narrar una historia muy elaborada, introducir personajes entrañables y contar con una jugabilidad particular que incluía un sistema de combate inspirado en juegos de rol como Dungeons & Dragons. Esta configuración general se volvería una marca registrada de la saga y se iría complejizando en cada entrega. 

Los años pasaron y la franquicia ha trabajado incansablemente en evolucionar, adaptarse y ha experimentado con diferentes mecánicas para mantener el gameplay fresco, desde el combate por turnos hasta la acción en tiempo real. Cada juego tiene su propia historia, por lo que no tenemos una continuidad directa entre lanzamientos (a excepción de ciertos casos como X y X-2 o XIII y XIII-2, etc). Por esto mismo es que los personajes tampoco van teniendo participaciones prolongadas, aunque algunos elementos se repiten en toda la saga, como los chocobos, los moguris y los tan anhelados y cruciales cristales.

Entre los pilares más populares de la saga se encuentran obviamente Final Fantasy VII y su contraparte remake, que marcó a toda una generación y se considera uno de los mejores juegos de todos los tiempos; Final Fantasy X, que fue un hito en PlayStation 2; y Final Fantasy XIV, un MMORPG que ha tenido una gran cantidad de contenido y actualizaciones desde su lanzamiento en 2010. Particularmente, tengo la teoría de que nuestro Final Fantasy favorito es el primero que se prueba, por eso el mio es el V, aunque mi placer culposo es jugar una y otra vez XII Zodiac Age y sus viajes espaciales. 

Ahora bien, pasemos directo a la decimosexta entrega que ya estuvimos probando:

Historia

Final Fantasy XVI es un videojuego de rol de acción desarrollado por Square Enix para PlayStation 5. La entrega se desarrolla en la tierra ficticia de «Valisthea», un continente con seis facciones que está a punto de rebalsar por el conflicto debido a una lucha por el control de los cristales mágicos.

El protagonista principal es Clive Rosfield, el primogénito del archiduque de Rosaria. Si bien todos creían que él sería el heredero de las llamas del Fénix para convertirse en su Dominante, el destino termina escogiendo a su hermano menor Joshua. Ante esta decepción, Clive decide convertirse en un artista de la espada, por lo que dedica gran parte de su vida a entrenar como ningún otro soldado.

En esta majestuosa obra, los Eikons son seres de la mitología que tienen un gran poder. Estas bestias tienen la capacidad de cambiar radicalmente el resultado de una batalla, pues se asemeja mucho a la dimensión de un Yokai japonés. Los Eikons despiertan dentro de individuos conocidos como Dominantes, otorgándoles una energía indescriptible, pero a costa de absorber la energía de su interior. Se ha demostrado históricamente en el lore del juego que algunos usaron esta extraordinaria fuerza para el bien de su comunidad, mientras que otros se dedicaron a saciar sus más oscuros deseos y doblegar reinos enteros.

Como la mayoría de los títulos de esta serie, el objetivo está focalizado en la lucha por el control de los cristales mágicos, que son la fuente de poder de cada nación. Además, prevalece una gigantesca lucha política entre tiranos y rebeldes, así como también una pizca interesante de brothership al buen estilo Game of Thrones. Clive, nuestra estrella protagónica, es partícipe colateral de una gran tragedia y jura venganza.

Gameplay

A nivel jugable estamos ante la obra más ambiciosa de la franquicia y sin lugar a dudas entre las más importantes del año. 

Exploración: si bien este no es un mundo abierto per se, sí cuenta con amplios mapas que pueden explorarse por horas. Valisthea se compone de una serie de seis zonas de distintos tamaños que ofrecerán oportunidades de búsqueda no lineal. Los gamers podemos viajar a estas densas áreas desde el mapa del mundo y seguir la misión principal o bien dedicarnos a profundizar sobre las actividades secundarias, como la cacería de monstruos. Una vez superado el prólogo y el tutorial, rápidamente llegaremos al Escondite, el cual cuenta con un montón de mercaderes para comprar objetos, mejorar armas e incluso dar inicio a las misiones. No hay mazmorras como en otras ediciones, pero sí determinadas excursiones dentro del arco principal que podríamos considerar como dungeons, ya que la dificultad y durabilidad de esas secuencias es intensa y luego podrás seguir con el camino tradicional. La exploración se recompensa no solo con items para los personajes de tu party, sino también con coleccionables, memorias y cartas distribuidas por doquier que alimentan con mucha historia al universo de Final Fantasy XVI. 

Combate: El sistema de lucha está regido por un estilo de acción en tiempo real, con la capacidad de cambiar entre los miembros de la party en cualquier momento. Nosotros controlamos a un personaje mientras los otros son manejados directamente por la IA. Las peleas se centran en la agilidad que los usuarios tengamos para esquivar y bloquear ataques de rivales, y en la elección de skills y estrategias apropiadas para cada situación. Como se menciona un poco más arriba, los Eikons también pueden aparecer en el medio del escenario y definir el rumbo de la batalla. Una grata sorpresa es que podemos cambiar el equipamiento en medio de los enfrentamientos, lo que puede alterar los movimientos y combos. Las armas disponibles son la espada, la lanza y el hacha. Cada una tiene sus ventajas y desventajas, como el alcance, la velocidad o el daño. Clive también puede usar un escudo para bloquear o contraatacar a los otros guerreros o monstruos. Por último, pero no menor en esta rama, hay un círculo de habilidades para mejorar las skills a medida que conseguimos puntos, siendo esta una apuesta segura que no podían dejar pasar.  

Eikons: el sistema de combate de Eikons es más bien cinemático y con quick time events con pequeñas dosis de shooting o minijuegos de lucha. No obstante, la base vital sigue siendo el tipo RPG de acción “puro” y todas las batallas ocurren en tiempo real. Nuestro personaje principal puede aprender habilidades de los eikon con los que se encuentre y todas tienen características especiales en función de su procedencia.

Misiones secundarias: en distintos checkpoints del juego se abrirán quests alternativas que se identificarán con un símbolo de exclamación verde. Estas misiones adicionales brindan información más detallada sobre lo que ocurre en el mundo en cualquier momento. Es sumamente recomendable aprovechar los intervalos entre los caminos primarios para conocer a las personas del reino de Valisthea, mejorar las skills y equipo, y ponerte a prueba en sus desafíos diarios.

Dificultad: Final Fantasy XVI hace una fuerte apuesta por la acción y la espectacularidad, aunque también por la accesibilidad y la personalización. Este proyecto cuenta con un modo historia que facilita el combate para aquellos gamers que opten por centrarse en la trama y el desarrollo de los personajes. Desde el comienzo contamos con la opción de jugar tanto en el modo “Enfoque en la Historia” como en el modo “Enfoque en la Acción”. Si se elige el primero, Clive iniciará el juego con dos objetos que facilitarán la experiencia, lo que nos permitirá sumergirnos en la narrativa sin tener que ocuparnos demasiado por la acción.

Duración y endgame: Una vez que se termina la historia principal (40 u 50 horas), el juego no ha acabado, ya que se puede continuar con una New Game+ o bien realizar otro tipo de actividades como el Final Fantasy Mode. Este modo adicional de alta dificultad ha sido modificado para ajustar la ubicación de los monstruos y su complejidad, y también brinda la posibilidad de obtener mejoras adicionales en el equipamiento y más oportunidades de progresar. Asimismo, dentro de este contenido se encuentra Ultimaniac, una dificultad adicional en el Modo Arcade. Otra opción es continuar con las Pruebas de Cronolito, en las que se presentarán monstruos de mayor nivel y sustituirán a algunas criaturas por otras más peligrosas, intensificando así el desafío.

Gráficos y sonido

Si comparamos el apartado audiovisual de los primeros Final Fantasy con esta decimosexta entrega nos vuela la cabeza. Ahora bien, si contraponemos Final Fantasy XV y XVI, esta comparación también nos sigue rompiendo el cerebro. Es increíble el trabajo que ha realizado el equipo de los directores Kazutoyo Maehiro, Hiroshi Minagawa y Kazuya Takahashi. El avance técnico se ve muy bien aprovechado en esta entrega y nos hace vivir la verdadera next-gen en cada minuto del juego. La labor de diseño, iluminación, efectos especiales y ambientación sonora es una auténtica joya por donde se lo mire.

Objetivamente hay dos vías gráficas disponibles: el modo de resolución ofrece una imagen en 4K a 30 FPS, mientras que el modo rendimiento priorizará una tasa de 60 FPS a una resolución menor.

Las ciudades están diseñadas con una arquitectura muy fina y, a su vez, los pobladores de cada una de ellas tienen su propia cultura única e irrepetible, que con mucho orgullo las transmiten en las líneas de diálogo. Hiroshi Takai, otro de los directores ejecutivos, ha destacado que el tamaño de la memoria y el SSD le permite renderizar los modelos de los personajes y del entorno con un alto nivel de detalle, tanto en luces y sombras dinámicas. 

Esta obra hace un claro uso de las capacidades del joystick DualSense, que transmite una sensación de resistencia variable gracias a sus gatillos adaptativos. Para ser honestos, la sensación al tacto de los combates con este mando en nuestras manos es una vivencia que solo hemos podido replicar en muy poquitas ocasiones con otros títulos (y, en su mayoría, obviamente exclusivos de PS5). 

Por primera vez en la franquicia Final Fantasy, aquí presenciamos actuaciones de voz en idioma español latino y, ciertamente, estas están a un nivel de vanguardia. Si sos de los que les gusta jugar en lenguaje original, claramente hay un montón de otras variantes como inglés, japonés y más, con la posibilidad de tener voces en una y textos en otro. 

Modo foto: sí, hay modo foto. En mi caso estuve sacando miles de fotos al hegemónico Clive y su querido Torgal en cientos de ocasiones.

Conclusión

El 2023 es un año plagado de títulos de gran calibre y Final Fantasy XVI es un juego que tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los mejores del año. Su apartado gráfico impresionante, su historia madura y compleja, su sistema de combate dinámico y divertido y su mundo rico y variado lo conciben como una obra maestra digital que respeta la esencia de la saga, pero que también se atreve a innovar y a ofrecer algo nuevo. Sin duda alguna, es un proyecto que ningún fan de los juegos de rol y acción debería perderse. 

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